- Pensando y pensando, se me ocurrió la idea, bueno mejor dicho, esta idea ya recorría mi mente desde hace algún tiempo como lo de la isla desierta con todas las comodidades, de montarte en un coche y hacer kilómetros y alejarte del mundo, ver playas, montañas acompañada (o acompañado, según como lo veais) con alguien especial. Poder bajarte y caminar y contemplar lo que la naturaleza nos da y no valoramos, lo que estamos destruyendo poco a poco y nuestros nietos quizás ya no verán igual que nosotros.
Tiene que ser muy relajante, encontrate contigo misma (o mismo, me reitero, ya no vuelvo a hacer anotaciones de este tipo, ya lo pillais solos a la próxima) y con quien te acompañe. Pasar una vida juntos, ¿os imaginais? Tiene que ser tan extraño, pero a la vez tan encantador, por supuesto si es la persona idónea, la exacta, con la que encajas a la perfección, como en el mecanismo de un reloj. Con la que no te importa pasar todo el tiempo del mundo, de hecho, es lo que más te gusta hacer.


- En el fondo eres una romántica.

- Pero todavía no es el momento adecuado. No todavía.